Y, como el niño, crece y se alimenta a la vez que alimenta los sueños e ilusiones de un futuro
donde Él es el centro de nuestra imaginación.
Como un niño, Dios, con su debilidad y fragilidad, despierta la fuerza de la ternura,
Dios, como un niño, motiva la ternura, motiva la alegría, motiva la esperanza
y motiva las mayores energías innovadoras y vitales.
y nos haga brotes nuevos para el mundo.
¡Feliz Navidad!
¡Feliz Navidad!
vicente
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