domingo, 16 de mayo de 2010
sábado, 15 de mayo de 2010
Avisos del 17 al 23 de mayo de 2010
Lunes 17 de mayo: 18'00 h. Ensayo 2º turno de comuniones en Iglesia
Miércoles 19 de mayo: 18’00 h. Ensayo 2º y 3º turno de comuniones.
Aniversario de Agustina Soriano Rives.
Viernes 20 de mayo: Confesiones de los niños del 2º turno de comuniones.
Domingo 23 de mayo: El horario de misas: 8’00 h – 11’00 h comuniones y 12’30 h.
Aniversario de Ramón Marhuenda Molera
Por la tarde a las 18’00 h: Rosario y mes de las flores a María.
El templo parroquial estará abierto lunes y viernes de 10 a 12 de la mañana.
Se ruega a quien tenga la capilla domiciliaria de la sagrada Familia que lo ponga en conocimiento del resto del grupo para que se pueda hacer las rotaciones mensuales.
Homilía de la fiesta de la Ascensión del Señor (Enviada por D. José lozano)
Día de la Ascensión del Señor -16 de mayo 2010
La fiesta de la Ascensión del Señor es otra manera de celebrar su resurrección, otra forma de expresar que Jesús ha vencido la muerte y vive la misma vida de Dios, que está por encima de todo. Y, al mismo tiempo, esta fiesta, nos da a entender cuál es nuestro destino en el futuro. Jesús que es Dios, pero también ser humano, igual a nosotros, es el primero que participa de la vida de Dios, después iremos nosotros. Vamos caminando por este mundo, estamos muy comprometidos con las realidades que la vida nos ha presentado y nos va presentando, pero nuestro destino no este mundo sino el futuro. Las realidades de este mundo son muy importantes, pero, al mismo tiempo, relativas.
La lectura del libro de las Hechos 1,1-11, nos habla de la última aparición de Jesús a sus discípulos. Les recomienda que permanezcan en Jerusalén hasta que reciban “la promesa del Padre”, el Espíritu Santo. Y, a pesar de que Jesús había muerto y resucitado, vuelven otra vez a preguntarle si era el momento de restaurar la soberanía (política) de Israel. A lo que Jesús contesta que no se preocupen de eso, porque es cosa del Padre. En cambio les dice que recibirán el Espíritu Santo para ser sus testigos en todo Israel y en el mundo entero. Esto mismo les dicen los ángeles: “que no se queden mirando al cielo”. Al subir Jesús al cielo comienza el tiempo del testimonio y de la evangelización. Este es el tiempo en que nosotros vivimos, el del anuncio de la Buena Noticia de Jesucristo, con nuestra vida, estilo de vida, compromiso, para la salvación nuestra y de todo el mundo.
El salmo 46, nos invita a reconocer, nosotros y todos los pueblos, a Dios que está por encima de todo y que gobierna la historia, aunque parezca que no hace nada.
En la segunda lectura, Efesios 1,17-23, (también se puede leer Hebreos 9,24-28; 10,19-23) San Pablo hace una oración para que Dios nos conceda la luz que necesitamos y así podamos comprender la herencia que Dios Padre nos tiene preparada y de la que ya está participando su Hijo Jesús, al que ha hecho cabeza de la Iglesia. Y donde está la cabeza allí estará también el cuerpo. Pablo desea que los cristianos no pierdan la perspectiva y el sentido de su vida, que es la persona y la vida de Cristo, y que, en la vida de los seguidores de Jesús se manifieste, ya en este mundo, esa vida nueva que nos aguarda en el futuro. Esto debe dar una esperanza muy grande, invencible, a la vida de los cristianos, para que no se desengañen nunca de la realidad de este mundo, porque toda esta humanidad que ahora vemos, a pesar de todas sus contradicciones y miserias, participará un día de la misma gloria de Cristo.
Junto con los buenos políticos y con las personas honestas y comprometidas, somos los cristianos los que hemos de transmitir esperanza al mundo en esta “hora baja” de la humanidad, sin desengañarnos nunca y sin tirar jamás la toalla.
En el Evangelio, Lucas 24,46-53, Jesús hace una lectura positiva de su muerte, y la presenta como el comienzo de la liberación le la humanidad. A partir de su muerte y resurrección se, “se ofrecerá a todos los pueblos la conversión y el perdón de los pecados”, y para esto Jesús enviará lo que el Padre ha prometido, El Espíritu Santo.
Como vemos la Ascensión del Señor tiene un fuerte mensaje o carga misionera: “No os quedéis mirando al cielo”, “recibiréis la fuerza de lo alto para ser mis testigos en todo el mundo”, “anunciaréis la conversión y el perdón de los pecados a todos los pueblos”, “comprender la esperanza a la que Dios nos llama para no decaer nunca en la lucha”.
En esta celebración de la Eucaristía, en el momento más importante, después de la consagración, haremos el compromiso de llevar a todo el mundo la Buena Noticia, el testimonio de Jesús, la liberación que él ha iniciado, entregando su vida y resucitando, diremos todos solemnemente: ANUNCIAMOS TU MUERTE, PROCLAMAMOS TU RESURRECCIÓN, ¡VEN, SEÑOR JESÚS!. Y cuando acabemos esta Eucaristía seremos enviados por Dios, a través del sacerdote, a compartir con todos, lo que creemos y lo que hemos experimentado en nuestro encuentro con Jesús en esta Eucaristía: PODÉIS IR EN PAZ A SER TESTIGOS DE JESÚS RESUCITADO Y A ANUNCIAR A TODOS EL AMOR Y LA MISERICORDIA DE DIOS (la conversión y el perdón de los pecados). No es “podéis ir en paz a pasarlo bien”, sino a ofrecer a todos la experiencia que da sentido a vuestra vida, la esperanza de participar en la vida de Jesús resucitado.
Que la Ascensión del señor, llene nuestra vida de esperanza para comprometernos en seguir construyendo la humanidad que Dios quiere, en un mundo desorientado y lleno de problemas de todo tipo, en el que no se ve otra salida que la continuación del bienestar, aunque una gran parte de la sociedad esté hundida en la precariedad y a penas pueda sobrevivir.
Desde hoy, día de la Ascensión, hasta el próximo domingo, Fiesta de Pentecostés, vamos a permanecer en oración para recibir esa fuerza de lo alto, el Espíritu Santo, y convertirnos en esos testigos que Jesús quiere enviar al mundo continuar y llevar a cabo ese proceso liberador que Jesús ha iniciado con su vida muerte y resurrección.
sábado, 8 de mayo de 2010
Avisos del 10 al 16 de mayo
Lunes, 10 de mayo: - La Iglesia se abrirá por la mañana de 10 a 12 h
- 18’00 h: Ensayo 2º turno de comuniones en Iglesia (grupo del 23 de mayo)
- 21’00 h: Cursillo Prebautismal
Miércoles 12 de mayo: - Ensayo de comuniones: 2º turno en Iglesia, el 3º turno en Salones.
Jueves 13 de mayo: - La misa a las 18’00 h, para ir a Orihuela.
- Apertura del V centenario de la Catedral de Orihuela, a las 19’30 h.
Viernes 14 de mayo: - La Iglesia se abrirá de 10 a 12 h
Sábado 15 de mayo: - FIESTA DE SAN ISIDRO. Misa a las 9’00 h en Glorieta
- 20’00 h. Misa de la Ascensión del Señor.
Domingo 16 de mayo: Misas 8 – 11 y 12’30 h (y bautizo de Pablo)
- 18’00 h: Rezo del Rosario y mes de las flores a María. Bendición de tres nuevas capillas domiciliarias de la Virgen del Carmen.
Comunicado de los Auroros: el día 23 de mayo a las 5 de la mañana en el sitio de costumbre para ir a Orihuela y asistir al V Centenario de la Catedral.
- 18’00 h: Ensayo 2º turno de comuniones en Iglesia (grupo del 23 de mayo)
- 21’00 h: Cursillo Prebautismal
Miércoles 12 de mayo: - Ensayo de comuniones: 2º turno en Iglesia, el 3º turno en Salones.
Jueves 13 de mayo: - La misa a las 18’00 h, para ir a Orihuela.
- Apertura del V centenario de la Catedral de Orihuela, a las 19’30 h.
Viernes 14 de mayo: - La Iglesia se abrirá de 10 a 12 h
Sábado 15 de mayo: - FIESTA DE SAN ISIDRO. Misa a las 9’00 h en Glorieta
- 20’00 h. Misa de la Ascensión del Señor.
Domingo 16 de mayo: Misas 8 – 11 y 12’30 h (y bautizo de Pablo)
- 18’00 h: Rezo del Rosario y mes de las flores a María. Bendición de tres nuevas capillas domiciliarias de la Virgen del Carmen.
Comunicado de los Auroros: el día 23 de mayo a las 5 de la mañana en el sitio de costumbre para ir a Orihuela y asistir al V Centenario de la Catedral.
viernes, 7 de mayo de 2010
domingo, 2 de mayo de 2010
sábado, 1 de mayo de 2010
Homilía 5º domingo de Pascua. Ciclo C. Enviada Por D. José Lozano
Domingo 5º de Pascua – 2 de mayo de 2010
Continuamos el tiempo de Pascua asombrándonos (desde la fe) por la resurrección del Señor Jesús que ha vencido la muerte, y aunque parezca mentira, junto con la muerte ha acabado con las cosas negativas de este mundo y con todo lo que esclaviza al ser humano.
En el Evangelio de este domingo, Juan 13,31-33, Jesús habla de dos cosas: Su glorificación y el Mandamiento Nuevo.
Para Jesús, su glorificación consiste en su muerte, en la entrega de su vida para la salvación de todos, en la manifestación de su amor a la humanidad pasando por el suplico de la cruz.
Para cualquier persona de este mundo, la gloria es el momento en que se ve encumbrada, reconocida y aplaudida por todos. La gloria para un deportista es el momento en que sube al pódium y recibe la medalla de oro o de cualquier otro metal. La gloria para un partido político es ganar las elecciones con mayoría absoluta. Y para una entidad económica, la gloria es obtener una ganancia mucho más allá de todas las previsiones, doblar su patrimonio, por ejemplo. Para el mundo la gloria consiste en tener, poder y placer.
Como vemos la gloria de Jesús es otra cosa muy distinta a lo que es para el mundo. Para Jesús la gloria consiste en el amor. Y cuanto mayor es el amor, mayor es la gloria, aunque ese amor lleve a la persona a dar la vida. La felicidad para Jesús está en la vivencia de las bienaventuranza (Mt.5,3-12)
Tendríamos que preguntarnos a qué aspiramos y para qué educamos a nuestros hijos, si para la gloria del mundo o para la gloria de Jesús. También tendríamos que preguntarnos a qué gloria aspiran nuestros políticos, y a donde se encaminan todos los esfuerzos y aspiraciones del mundo en que vivimos, en la escuela, la empresa y la política.
La segunda cosa que de la que habla Jesús es el Mandamiento Nuevo. Lo da a sus discípulos en la última Cena, cuando estaba despidiéndose de ellos, era como su testamento, su última voluntad. Textualmente dice: “amaos unos a otros como yo os he amado. La señal por la que conocerán que sois discípulos míos, será que os amáis unos a otros”.
Primero Jesús dice que nos ha amado él: “como yo os he amado”. Es decir que, para Jesús, el amor nace de una experiencia de amor. Primero uno ha de sentirse amado y darse cuenta de que su vida es hermosa y vale la pena, y después de experimentar lo grande que es el amor, podrá compartir esa experiencia con los demás. Nadie da lo que no tiene. Una persona sólo madura cuando tiene la experiencia del amor, cuando se siente querido de verdad por otra persona.
La experiencia del amor es lo que nos hace descubrir quiénes somos nosotros, lo que vale nuestra vida, nuestras posibilidades y nuestra dignidad. A partir de esta experiencia la persona puede ponerse en marcha, para vivir una vida que valga la pena, una vida en plenitud. Lo que Jesús quiso decirles es: Daos cuenta de lo que yo os he querido, de lo que he sido capaz de hacer por vosotros y hasta dónde he llegado. Primero he sido yo quien os he querido a vosotros y os hecho mis amigos, daos cuenta de lo que habéis vivido conmigo. Esta misma experiencia de amor que habéis tenido conmigo, es la habéis de tener unos con otros. Podríamos entender la frase de Jesús: Amaos unos a otros, porque yo os he amado.
Jesús utiliza la pedagogía de la experiencia. Cuando le decimos a una persona una cosa, para que la haga, si esa persona no está convencida de que le queremos de verdad, si no tiene la experiencia de nuestro amor (aunque en nuestro interior la queramos), no aceptará nada de lo que le decimos, todo lo que le decimos le resbalará.
Por eso es muy difícil que podamos amarnos unos a otros si no tenemos la experiencia de ser queridos infinitamente por Jesús y por las personas, y, a partir de esta experiencia, querernos a nosotros mismos. Es muy difícil que podamos amar de verdad, si no hemos tenido una experiencia de intimidad con Jesús. Por mucho que nos esforcemos en amar nunca podremos llegar a querer de verdad a las personas, de una forma gratuita y desinteresada, incluso a dar nuestra vida por ellas, si no hemos llegado a saber por experiencia lo que es amor de verdad. Y ese amor de verdad, sólo lo tiene el que es el amor en persona, Jesús, y aquellas personas a las que él se lo ha dado.
Ser cristiano es tener experiencia del amor de Jesús, experimentar quién es Jesús en su intimidad, y después, o al mismo tiempo, compartir esa experiencia con las personas que traten con nosotros, a través de nuestra familia, nuestro trabajo y de nuestro compromiso en el mundo.
Es necesario que, los que queremos ser cristianos, y que se nos distinga porque nos amamos unos a otros, cultivemos muy a fondo nuestra comunicación y nuestra intimidad con Jesús: Oración, Eucaristía, lectura de la Palabra, y, de una forma especial, nuestro compromiso con los pobres.
A eso venimos precisamente a la Eucaristía, a experimentar el amor del que lo dio todo y se entregó a la muerte por nosotros. Esto es lo que celebramos en esta reunión.
Avisos desde el 3 al 9 de mayo de 2010
Lunes 3 de mayo: 10’00 h: Bendición de los aires y Misa
18’00 h: Ensayo Comuniones. Solo el primer turno, en Iglesia.
Miércoles 5 de mayo: 18’00 h: Ensayo comuniones. El primer turno en iglesia. El resto en los salones parroquiales.
Viernes 7 de mayo: 20’00 h: Misa y mes de mayo
21’00 h: Confesiones a los niños de Comunión. Primer turno.
Sábado 8 de mayo: 20’00 h. Misa y mes de mayo. Aniversario de Dolores Hurtado Cruz.
Domingo 9 de mayo: Misas a las 8’00 - 11’00 primeras comuniones y 12’30 h.
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