Siempre se ha dicho que las bienaventuranzas son un buen resumen del programa de vida que plantea Jesús. Bienaventurado es aquella persona afortunada y feliz. La paz, aquí planteada, va más allá de la pura tranquilidad.
Otro tipo de paz: las bienaventuranzas (Adpatación)
Viendo que la gente estaba a su lado esperando oirle hablar, subió al monte y se sentó. Felices los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Felices los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra.
Felices los que lloran, porque ellos serán consolados.
Felices los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados.
Felices los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
Felices los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
Felices los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios.
Felices los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos.
Felices seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa.
Pensamos: ¿Es una contradicción ser feliz por ser perseguido, injuriado o por llorar? ¿Qué papel juegan los demás en la consecución de mi felicidad? ¿Es el camino de la felicidad algo que pueda hacerse en soledad? ¿Serías capaz de desarrollar cada una de las bienaventuranzas?
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